Hacièndole una seña a Magdalena, su loba para que la siguiera. Escuchó la llamada al portón justo cuando estaba por irse a la biblioteca para ver a su familiar.
Se acercó a la puerta y la abrió al invitado, al notar que era el tigre sonrió a modo de bienvenida:
-Bienvenido... MIs señores lo esperaban- Entonces se inclinó, realizando una reverencia, mirando hacia Magdalena de reojo indicándole que era un invitado importante y que había que tratarlo bien. EN el fondo, donde el jardín del castillo había una gran carabana, parecía que alguien importante estaba-Espero no le moleste todo esto... Es que ha llegado uno de mis señores..-