Una Nueva Vida

Para todos los emigrantes como el que habian llegado a este nuevo pais para empezar de 0 la vida era dificil. Pero el tiempo y el trabajo duro habian dado frutos y donde antes solo hubo un sueño ahora existia una realidad. Aun podia recordar cuando habia llegado en un barco a Londres y el trabajo que le habia costado aprender el idioma y hacerse un lugar en esta sociedad, pero habia valido la pena ya que ahora tenia su propio negocio una clientela estable. Satisfecho con sus logro se encontraba sentado en una de las mesas de su restaurante de comida china. Con los ojos cerrados pensativo, ambas manos a cada lado de la mesa como era su costumbre. A pesar de vivir en Londres no habia abandonado su forma de vestir. Siempre cargando su fiel katana a la derecha de su cintura y la cinta de color celeste que se mantiene siempre sujeta a su frente como un recuerdo valioso de su pasado y sus raices. Un par de largos guantes de tonalidad negra. Una camiseta en negro tambien con un pequeño chaleco de manga corta en color celeste como la cinta en su frente. Unos pantalones negros tambien con unas placas metalicas a cada lado de su cintura para proteccion aunque seria mas una tradicion que una proteccion practica. Un pequño lazo alrededor de su cintura que esta sujeto a una caja donde suele llevar sus alimentos y demas cosas que necesita al salir por las calles. Unos botines de resistente cuero que habia empezado a usar desde su llegada a Londres. Era un hombre de facciones duras y frias. Una mirada seria y una presencia intimidante para cualquiera a primera ves. Atributos que con el tiempo habia desarrollado en especial al llegar a Londres donde en mas de una ocasion tuvo que defenderse de ladrones. Actualmente eso ya no era un problema pues su sola presencia los mantenia a raya ya que ningun ladron queria tener algun problema con el asiatico extranjero

Actualmente sentia que habia logrado las bases de Una Nueva Vida como se lo habia propuesto

Luego de la reunión con su familia, ya amaneciendo quiso empezar a recorrer un poco. Vistiendo sus enaguas blancas, sin su libro en mano, descalza y despeinada parecía una sirvienta común. Solo tenía amarrado a la cintura una bolsita de color café y en la diestra una baraja de cartas.

Vio un curioso restaurante y se acercó para tratar de ver el interior ¿Estaría abierto? Ahora lo iba a descubrir.

Se acercó a la puerta y dio un golpecito, como notó quue no abrían dio un empujoncito a la puerta para abrirla:

-¿Está abierto?

Aun se encontraba pensativo en especial en el objeto preciado que habia recibido hace poco. Una reliquia de gran valor traida directamente de su natal China y de varios años de antiguedad. Desde que habia llegado habia intentando aprender la historia de esta nueva nacion y le habia llamado poderosamente la atencion saber que en terminos del uso y manejo de la polvora los ingleses la habian descubierto muchisimo despues que los chinos. Lo cual en su momento trajo una sonrisa a sus facciones al enterarse en especial la discriminacion que a veces veia pasar a gente de su etnia. Los ingleses pensaban que los asiaticos en especial los Chinos no sabian nada mejor que cocinar y eran culturalmente muy atrasados. Algo que sabia perfectamente era completamente errado

Sus pensamientos eran interrumpidos por la llegada de una visitante que tocaba la puerta. Al parecer una visitante con prisa pues no esperaba a que fuera atender la puerta y la abria rapidamente. Se ponia de pie de la mesa para responder a su pregunta con un tono de voz serio

No atendemos el dia de hoy. Necesita algo?

-Lo... Lo siento...- Susurró con pena cuando creyó ser reprendida, más por el tono de voz, se le oyó dar una risita nerviosa mientras seguía con la cabeza asomada hacia el interior del restaurante:

-¿Le gustaría que le leyeran la suerte?- Dijo recordando la baraja de cartas que tenía, pero no cartas cualquiera, sino cartas del tarot. Necesitaba distraerse luego del terrible sueño que había tenido, de las conversaciones que había tenido con sus familiares...

Aunque sabía que no había mucho tiempo para distraerse, solo quedaban seis días:

-Prometo no cobrarle... Y no le quitará mucho tiempo... ¿Quiere?

Toma la puerta sin prisa para abrirla por completo y permitirle el paso, realmente no le interesaba saber su futuro pues de las personas que consideran que uno mismo forja su destino. De todas formas la dejaba pasar dandole la espalda para avanzar hacia la mesa donde habia estado y tomar asiento en esta. Señalandole con la mano derecha que tome asiento para que pueda comenzar con su ritual de adivinacion. Ponia el codo derecho sobre la mesa para apoyar su menton en la palma de su mano. Observando a la chica que habia entrado a su restaurante esperando por ver que tipo de cosas le diria. Le serviria de momento para matar el tiempo hasta que llegue la hora en que tenia que partir

Se acercó e ingresó al restaurante cuando el hombre le invitó, le llamaba bastante la atención. Rara vez había visto un hombre con esas ropas y ese restaurante, pero le parecía bonito y llamativo.

Tomó asiento frente a él acomodándose la falda, seguido puso la baraja de cartas sobre la mesa, con una sonrisa muy débil, no tenía muchas ganas de sonreír, más por los peligros que se le avecinaba a ella y a su familia, también al cansancio ya que sus premoniciones no la habían dejado dormir bien en dos días, estaba al límite:

-Esperemos ver algo bueno en su futuro...

Con sus aires de hechicera y misticismo comenzó a barajar rápidamente las cartas, al hacerlo las puso sobre la mesa, quedando de nuevo una baraja perfectamente ordenada, dicho esto sacó una carta y la examinó, con cierta sorpresa, imágenes también se le aparecieron en la cabeza, se le abrieron los ojos de golpe y bruscamente, luego posó su mirada en aquel hombre:

-Digame... ¿Usted es humano?

Solo observo tranquilamente como tomaba asiento y empezaba a barajar las cartas. Podia percibir una presencia especial que emanaba de aquella chica observandola de forma fija y penetrante como un felino. Sus ojos de color azul se posaban sobre los suyos pues era su costumbre siempre mirar a los ojos a los demas y nunca bajar la mirada. Aunque en su momento eso le trajo problemas pues lo habian tildado de insolente e irrespetuoso. Ya eso no le importaba ahora asi que continuo mirandola hasta que escucho su pregunta. Con eso ya tenia confirmado que ella era especial. Sus ojos parencia mostrarse divertidos ante esa pregunta aunque no expresion no cambiaba. Ya con las cartas sobre la mesa sabia claramente que ella ya tenia al menos una idea de su verdadera identidad por lo que conesto de manera simple pero a la ves profunda

Que es humano para usted?

-Una criatura que tiene cierta... Magia- Dice con tono risueño, con la expresión de una niña que cree en cuentos de hadas, solo ladeó ligeramente la cabeza. No tuvo inconveniente cuando le sostuvo así la mirada ya que había creído siempre que a las personas se les miraba a la cara u a los ojos cuando se les hablaba

-O... Bueno, a los humanos que tienen magia no los tratan de humanos sino de hechiceros, brujos, magos...- Dicho esto bajó la mirada de nuevo hacia la carta, luego hacia él otra vez.

Vio en su mente imágenes de una criatura correr, pero no pudo determinar bien qué es, pro la curiosidad la invadió:

-¿Qué clase de ser es usted? Si no le molesta decirme...

Retiraba su menton de la palma derecha para observarla mas fija y directamente. Habia captado su atencion. La examinaba un poco mas concretamente con la mirada analisando su vestimenta y notando que anda descalza. Todo parecia indicar a primera vista que fuera una sirvienta de algun tipo o una mendiga aue se ganaba la vida con esta rutina. Sea como fuere de momento responderia sus preguntas

Soy un tigre

Seria su respuesta seca y corta sin darle mucha importancia al hecho pero tampoco dandole mucha naturalidad

Parpadeó sorprendida ante la respuesta. ¿Tigre? Creería que sería un hombre lobo o quizás un dragón, pero lo del tigre no se lo vio venir.

Luego miró alrededor para ver mejor el restaurante, regañándose a si misma por no darse cuenta antes, le sonrió al hombre y asintió con la cabeza:

-Está bien.. Es la primera vez que veo uno-Solo conoció a los tigres por medio de libros, les resultaba criaturas sumamente hermosas, mostraban agilidad y fortaleza, además de belleza, eran sumamente admirables. Al final no le mostró la carta, solo se puso de pie y guardó la carta en la baraja, siendo que él no la habría visto entonces dijo-Si desea saber que dice su carta... Le espero en el castillo de la familia Skykeeper, allí seguramente mis amos le recibirán muy bien. Ah, por cierto, mucho gusto, mi nombre es Lucía y sirvo a esa famila.

Dicho esto inclinó la cabeza en una reverencia, con una gentil sonrisa y los ojos cerrados susurró algo inentendible, quizás el nombre de la carta que le tocó, finalmente volteó y salió con pasos sigilosos por los pies descalzas hasta la salida, abriendo la puerta y dejando que la brisa le ondeara apenas las enaguas y el cabello. Al cerrar la puerta, desapareció de la vista del hombre.

{Salgo de escena}

Se queda observandola hasta el momento en que se marcha. Sabia que esa propuesta de ir al lugar donde ella reside era claramente una invitacion con otra intencion. Se preguntaba que tramaba esta chica y considero que hubiera sido mas feliz el decirle directamente cuales eran sus intenciones. Era una persona muy perspicaz por lo que un detalle asi no pasaba desapercibido en lo mas minimo. Aun asi iria de todas formas. Si se habia tomado la molestia de venir desde tan lejos solo para hacerle una invitacion algo importante deberia ser. Era su propia naturaleza el ser curioso aunque su entrenamiento le habia enseñado a ser mas que prudente al momento de actuar. Mas por no percibir ninguna clase de amenaza en aquella chica habia decidido aceptar la oferta. Aun si la hubiera sabria bien com defenderse. Con esta decision ya hecha se ponia de pie para salir del restaurante. Deteniendose en la puerta para cerrar este con una llave que lleva entre sus pertenencias. Una ves hecho esto empezaba a recorrer tranquilamente las calles de Londres en busca de aquel castillo. Ya tenia una idea de donde quedaba pues esa familia era conocida asi que no le seria dificil llegar al lugar