Primera parte.

Como mercenaria que era, habia escuchado rumores, no era exacta su informacion mas no se permitiria perder la oportunidad de asegurarse, quizas aquello se trataba de algun tesoro importante de gran valor comercial, era lo que mas le interesaba; lo poco que sabia parecia historia de locos, mas ella misma no era una persona comun y normal, por lo que no le sorprenderia que fueran cierto los murmullos que entre bares y tabernas habia oido.

La luna hacia brillar sus ojos rojos, color extraño e intimidante, llevaba una especie de gorro algo holgado el cual escondia su naturaleza, cabellos de un color naranja se mecen con el viento, su vestimenta era la de una comerciante, constando de una simple falda en color azul, un mangaslargas en un color azul mas claro y un chaleco que combinaba perfectamente, alrededor del cuello llevaba una bolsita de tela la cual contenia varios granos de tigro. Extrañamente no poseia nada mas que aquello, habia dejado sus pertenencias en un lugar seguro para poder embarcarse en aquella aventura.

Sonrisa confiada se dibuja en sus labios al instante que divisa las piramides a lo lejos, habia llegado con facilidad y sin ser vista por nadie hasta el momento, su agilidad como lycan la habia ayudado, mas en esa noche debia ser mas cuidadosa que nunca, le costaba algo caminar entre la arena por sus zapatos, mas igualmente avanzo decidida, estando preparada para cualquier cosa.

El angel habria permanecido indagando en el asunto por un par de dias anteriormente, pero sin mas que obtener solo rumores y dejandose guiar por su instinto habria emprendido rumbo al lugar en aquella noche, su vestimenta consistia en un simple abrigo gris que traia encima, por debajo una camisa blanca de finas telas, un pantalon del mismo color y zapatos negros que se mantenian sucios por las arenas, divisando a aquellas personas dirigia su caminar hacia ellos, a tan solo unos pasos de finalmente llegar junto a ellos interrumpia. -Disculpen, me encuentro perdido, si no es problema, podria permanecer en vuestra compañia? quien sabe que peligros habra en estos lugares a estas horas de la noche.- decia con fingida preocupacion, a la vez que desviaba su mirar hacia los lados, preguntandose si tambien estarian aqui por la misma razon que el.

Se habria sorprendido, no esperaba mas gente, y claramente en una noche como aquella era raro que dos personas mas rondaran un lugar tan... desertico, estaba segura de que ellos vendrian por la misma razon que ella; no daria rodeos ante esto, con un simple comentario daria por cerrado el asunto - Veo que los rumores han atraido otros seres - No podria continuar hablando ya que se habria distraido con el color rojizo de las grietas, siendo de admirar el brillo, elevando la mirada hasta el final para ver la unica entrada aparente.

- Creo que... el ultimo es una manzana podrida - Dicho esto, comenzaria a correr en direccion a la piramide, lo hacia como simple humana normal, no debia de revelar su identidad, menos a "personas" desconocidas, por lo que con un gesto de diversion llega hasta la base de la piramide, metiendo las manos en las primeras grieta para poder asegurarse de que seria posible trepar.

Con tales palabras provenientes de la muchacha habria confirmado lo que suponia, no era el unico que buscaba lo mismo en este lugar, se encogio de hombros negando con su cabeza mientras observaba a la energetica muchacha emprender aquella carrera, tras lo que simplemente decidia hacer como su otro acompañante, y comenzar a correr tras la chica, manteniendose tan solo por un par de metros atras de ella su atencion se desviaba por unos momentos hacia los alrededores, ciertamente habria viajado por muchos sitios a lo largo de su vida, pero era su primera visita en un lugar asi.

Primera llego a la punta de la pirámide, quedo con los pies finamente encajados en algunas grietas para poder mantenerse de pie en total equilibrio, lo que no le costaba en absoluto; indago al principio los engranajes mas prefirió esperar a sus nuevos compañeros de viaje, si, ya los había adoptado como su grupo, era mas conveniente ir acompañado a una aventura, aunque como mercenaria no podía fiarse ni de su propia sombra.

Al verlos llegar, sonrío confiada como si los conociera de toda la vida, con los dedos de una mano alejo algunos cabellos que dificultaban su vista, mientras que con la otra señala los engranajes, murmurando con animo - ¿Algún plan?, los engranajes no se moverán por si solos... -

Al llegar a la punta de la piramide se encontro en la misma situacion que sus compañeros, permanecio en silencio mientras que estos conversaban, su completa atencion habia sido capturada por aquellos engranes. -Oigan, que tal si..- se detuvo antes de finalizar la frase, dudando si lo que queria hacer tendria algun efecto, pero finalmente decidio aproximarse un poco mas, acomodando sus manos en los bordes de uno de los engranajes y reclinando su cuerpo hacia adelante aplico toda su fuerza en un intento de hacerlos girar manualmente.

Aplaudió animosa ante la idea de su compañero, tenían la entrada al fin frente a sus ojos, no iba a dudar en adentrarse a la aventura, lanzando una mirada de complicidad a ambos muchachos.

- ¡A la victoria! - Gritaría con animo antes de pegar un saltito lo suficientemente alto como para caer justamente en la entrada, no veía absolutamente nada mas se valió de sus instintos, sus orejas se movieron por debajo de la tela mientras que su cola, bien escondida bajo el vestido, comenzaba a agitarse de un lado a otro como señal de felicidad y emoción, aunque claramente esto no llega a ser visto por sus compañeros.

Solto un sonoro suspiro tras haber terminado de hacer girar los engranajes, tras lo que se sacudia las manos, e introduciendolas a los bolsillos de su largo abrigo se volteaba, no tenia prisa, y tomandose su tiempo para contemplar el cielo una simple sonrisa se dibujaba en su rostro, tras lo que regresaba su mirada hacia abajo, comenzando a descender con cuidado por la piramide, y una vez llegando abajo se dirigia a la entrada de la dichosa piramide, observando con cierta desconfianza en su propia mente comenzaba a imaginar las distintas formas en las que podria terminar su travesia en el interior de aquella estructura, pero haciendo caso omiso a sus pensamientos, tan solo se limitaba a adentrarse en la piramide, silvando una tranquila melodia, acelerando el paso para alcanzar a su acompañante.

Caía perfectamente de pie gracias a los reflejos que su estirpe poseía, cuando las antorchas se enciende ron de por si le resulto una extraña bienvenida al lugar, explorando los alrededores con la mirada, tomando siempre la delantera avanza hacia los botones y, tal cual una niña curiosa, comienza a presionarlo uno a la vez, esperando ver que pasaba, comenzaba por presionar el rojo, luego el azul y por ultimo el verde, sin saber que sucedería o si aquello podría ser alguna especie de trampa.

- Creo que de tres, quedamos dos. - Murmura al voltearse a ver a quien seria su único acompañante, con una amplia sonrisa que enseñaba los caninos que sobresalían de su blanca dentadura. - ¿Alguna sugerencia?... Por cierto, soy Horo, mucho gusto. -