-.Calma.-

Recorría los pasillos de la academia en silencio. Llevaba su cuaderno con el bolígrafo enganchado, abrazado contra su pecho. Había sentido algo de alboroto, pero allí ya no percibía ni un alma. Solo escuchaba el sonido de los árboles sacudirse en el exterior, a causa del viento. Se detuvo frente a una ventana para observar el paisaje unos segundos. Un par de flores perdían sus pétalos a causa de la fuerza de la ventisca, formando pequeños remolinos para luego alejarse.

Hizo una profunda inhalación mientras cerraba los ojos, volviendo a abrirlos al tiempo que emitía un suave suspiro.

Prosiguió su caminata hasta la sala de instrumentos. Allí no dudó en entrar. Observó los instrumentos callada, centrando su atención en el Arpa. No estaría mal tocar un momento. Con calma dejó su cuaderno en el suelo, junto al banquillo, y acomodó el instrumento frente a ella. Tocó un par de notas con calma, asegurándose de que estuviera afinado, para después iniciar una interpretación tranquila.

Interpretación