No le habia sonado loco, ni retorcido, al contrario, aquellos ojos rojo sangre habian adquirido un fulgor extraño; hablaban de un dragon, de aquellos seres mitologicos de los cuales tanto habia leido, contiene la emocion mas esta seria notoria en sus gestos, siempre con una amplia sonrisa y las mejillas sonrosadas.
- Seria un placer acompañarles... - Dicho esto, cerro las puertas tras de si, sin importarle poner seguros ni trancas a la misma, de todas formas se escucharia como las puertas se trancaban solas, era algo sumamente extraño aunque la dama actuaba con total normalidad. - Tehehe... espero no resultar un problema en vuestra caza... Hannah no molestara -