Segunda Premonición

La misma noche en la que Hannah se había marchado del castillo, la joven se acuesta a dormir en un sofá, agotada por los sucesos del día, tanto que tuvo un sueño de lo más peculiar:

Estaba caminando por un desierto, la arena es roja y el cielo posee una coloración extraña en degradé, sobre la cabeza de la chica es azul oscuro casi negro pero en todo el horizonte se ve amarillento en un tono grisado, como si estuviese amaneciendo. No sentía ni frío ni calor, no hay viento ni ninguna precipitación, tampoco nubes, estrellas, luna o sol, un cielo perfectamente despejado a no ser por unos cuerpo redondos que reconocía enseguida como los siete planetas, estos están alineados hacia ella, por lo que los ves unos superpuesto sobre el otro. No veía nada a su alrededor, solo arena y el horizonte a lo lejos.

Entró a caminar a un punto indefinido, los pasos normales, pero parecía recorrer kilómetros con ellos y lo notaba al ver aparecer en el horizonte unas sombras que se acercan a ella a cada paso. Finalmente se detienes, son cinco pilares de roca caliza, son del mismo tamaño y están puestos de tal manera que forman un circulo. Sus sombras se proyectan todas al centro donde hay algo que le suena conocido pero está muy oscuro para que ella lo vea, es un dibujo en la arena… Un círculo con una estrella en su interior. Un pentagrama.

Se acercó al centro pero de la arena brotan enredaderas espinosas que bloquean el paso, entonces pudo notar que cada pilar tiene un símbolo apuntando al centro. Ella comienza a rodear la formación y los diferencias, todos están formados por grietas en la roca y todos tienen una luminiscencia de color.
- El primero que ve es verde, un unicornio parado sobre un extraño símbolo similar a una Y, una voz desde detrás dice “Encantadores del camino del tiempo y el destino”. Al voltear no ves a nadie.
- El segundo es una mascara, una especie de casco medieval con un símbolo similar a una L con una C en espejo en el centro interrumpiendo su paso, brilla en color violeta, la voz vuelve a hablar “Ellos inducen al camino de la flagelación y la fortaleza mental”.
- Sigue caminando y ve el tercer símbolo brillando en rojo, un dragón hecho de huesos sobre una C en espejo con una V de cabeza en su interior, “Ellos recorren el camino de la perdición”.
- El cuarto brilla en una luminiscencia amarilla una llave alada encendida en fuego, el símbolo es una C en espejo atravesada por un trazo. “Protectores del camino del conocimiento”
- El último tiene una coloración azul, un libro abierto con la huella de una mano en este, debajo de esto se ve un símbolo similar a una ZY unidos en un solo trazo. “Testigos del camino divino y defensores de creencias vacías que ellos no recorren”

la joven retrocede y termina por chocar contra un cuerpo, al voltearse ve a un hombre alto, con tunica negra como la misma noche con una capucha que cubre su rostro, por la capucha puede ve unos largos cabellos, negros, ondulados que escapan y caen gráciles por su pecho. Por más que intenta, no puede ver su rostro y cuando alza la mano para quitarle la capucha él alza la suya deteniéndole, cuando la joven intenta hablar nota que era su voz la que escuchó. - Recuerda los símbolos debajo de los dibujos, cuando despiertes dibújalos para no olvidarlos. Los visitantes del futuro serán los salvadores. Faltan siete lunas para el alineamiento planetario y si nada se hace al respecto… - el hombre le toma por los hombros y le gira bruscamente para que viese los pilares, las sombras que se unían en el centro se tiñeron en un negro vacío el cual se extendió rápidamente por todo el suelo. Cuando llega a sus pies ella siente que cae, que muere, el vacío, la nada, la locura, el dolor.

La chica abre los ojos de golpe, como platos, asustada y cubierta en sudor mirando hacia la nada, recordando con detalle todo el sueño. Se puso de pie y corrió a tomar una pluma y un papel, dibujando los símbolos que había visto:











Los miró fijo por algunos segundos y por un instante pensó en Hannah y Amelia, necesitaba que estuvieran cerca para contarles.

Ahora mismo, las necesitaba a ambas.