Cuando su estimado salió de la habitación se dejó caer en el sillón cubriéndose los ojos con una mano, sonriendo ampliamente con toda la maldad posible.
La sirvienta de inmediato mandó preparar el caballo y para unos momentos, este ya estaba ensillado y perfectamente colocado al frente de la mansión para que se disponga de sus servicios, los que el joven efectuó de inmediato.
- Cerrado.